OUTSIDE
Qué costumbre tan salvaje la mía, ésa de llamarte con la mente… esperando que me escuches aún entre neblinas y bullicio hospitalario.
Te he dicho bajito que estás guapísimo hasta desvelado y que me encanta tu sonrisa. Que muero por escucharte hablar y callarte...., para luego pedirte que continúes y ver cómo de todo haces magnetismo...
Te he dicho más fuerte, los tantos que quepan en mi cabeza retorcida....
pero no me has escuchado.
sábado, 12 de diciembre de 2015
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